¿CÓMO ES LA ECONOMÍA CHINA?
China, que se encuentra en el este de Asia, es uno de los países más grandes del mundo; con una población de 1.414.350.000 personas, y que cuenta con un porcentaje bajísimo de inmigración, siendo el país más poblado del mundo.Es la segunda mayor economía mundial, el mayor exportador y tiene las mayores reservas del mundo. China tiene una economía altamente diversificada, basada principalmente en los sectores manufacturero y agrícola. Además es uno de los mayores productores y consumidores de productos agrícolas.
China es el principal productor mundial de cereales, arroz, algodón, patatas y té. También se encuentra en el primer lugar en la cría de ganado ovino y porcino y la producción pesquera mundial. Además, el país es rico en recursos naturales y tiene importantes reservas de carbón. Es el líder mundial en la producción de algunos minerales como en estaño, hierro, oro... y tiene importantes reservas de gasolina y gas natural, lo que convierte al país en el quinto mayor productor de petróleo del mundo.
Además, se ha convertido en uno de los sitios preferidos para externalizar unidades de fabricación debido a su mercado laboral barato.
Por otro lado, el gobierno chino es descrito como comunista y socialista, pero también como autoritario, con fuertes restricciones en muchos ámbitos, especialmente en lo que respecta a Internet, prensa, libertad de reunión, derechos reproductivos y libertad de religión.
El país está gobernado por el Partido Comunista de China. (PCCh). El sistema político está parcialmente descentralizado, con algunos procesos democráticos internos, aunque han estado marcados por la corrupción, ya que como podemos comprobar en el Índice de Percepción de la Corrupción del sector público en China, éste ha sido de 42 puntos, encontrándose en el puesto 78 del ranking de percepción de corrupción formado por 179 países.
A pesar de tener un sistema comunista, el gobierno chino ha descubierto las ventajas del capitalismo y el liberalismo económico como que en vez de invertir en políticas y servicios públicos dan prioridad a las empresas y negocios privados para generar riqueza. Esto ha impulsado las ciudades pero también ha hecho aumentar los empleos precarios. Además, el rápido crecimiento de la economía y la explotación de los recursos naturales han provocado que China sea uno de los países más contaminantes del mundo.
Sin embargo, la llegada de la pandemia de COVID-19 en 2020 tuvo un fuerte impacto en la economía global.
En la mayoría de países, la crisis sanitaria ha afectado directamente al empleo (ya que muchas empresas han tenido que cerrar por la falta de demanda), al consumo (ya que sin trabajo, la gente compra menos) y a la producción industrial (si hay menos consumo, las empresas también producen menos productos). En cambio, China ha logrado mantener un crecimiento económico positivo en el último año, según los datos de la Oficina Nacional de Estadística china, siendo el único país del mundo que lo ha logrado.
Entre las medidas que han seguido para disminuir los efectos de la pandemia, el gobierno chino ha reducido o aplazado el pago de impuestos para que las empresas puedan recuperarse y volver a funcionar con normalidad lo antes posible. También ha bajado los intereses en los préstamos bancarios para promover la inversión y con ello la economía.
Con este tipo de medidas se ha conseguido mantener la producción y sobre todo las exportaciones a países extranjeros, que es uno de los pilares más importantes de la economía china.
Las cifras no son tan positivas en el consumo interno ya que los ciudadanos chinos se han visto afectados por la pandemia y tienen menos poder adquisitivo, por lo que tienen menos dinero para gastar e influye directamente en su calidad de vida.
Además, este crecimiento del 2,3% del PIB (producto interior bruto) ha sido el más bajo de los últimos 40 años. Esto indica que, aunque China ha mantenido un crecimiento económico, la economía china se ha resentido de algún modo.
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