CHINA Y LA DEUDA AFRICANA
África es un gran Continente repleto de riquezas y una población en expansión, un territorio en el que la República Popular China ha volcado su atención y ha depositado su capital. Durante las ultimas décadas, los proyectos de inversión han crecido como setas en todo el continente y el dinero y las empresas chinas fluyen abiertamente por los diferentes países. África ha empezado su carrera a la modernidad, en parte, gracias a la elevada deuda externa contraída con China.
¿Qué pretende China ? Ésta es la pregunta que planea alrededor de esta situación. El Instituo Español de Estudios Estratégicos lo analiza detalladamente en un estudio realizado al respecto.
En líneas generales, hay quien califica la situación ( Occidente y muy especialmente EEUU durante la administración Trump) de “trampa de la deuda”, porque entienden que China, aunque parezca la impulsora del desarrollo africano, en el fondo, lo que pretende es lograr concesiones y poder disponer de las materias primas y los recursos de África.
Por el contrario, el estado chino y las instituciones financieras que desembolsan préstamos a las naciones más pobres mantienen que la ayuda financiera ofrecida a los países africanos no constituye ninguna forma de “trampa de la deuda”. Para ellos, es de beneficio mutuo.
Lo cierto es que China se ha convertido en un importante prestamista extranjero para toda África. Lo vemos en esta gráfica elaborada por El Orden Mundial en la que nos encontramos con que en países absolutamente estratégicos para Pekín, como Etiopía o Angola, han invertido más de 10.000 millones de dólares desde principios de siglo en préstamos a los Gobiernos. En países también relevantes, como Kenia o Sudán, esa cifra oscila entre los 5.000 y 10.000 millones.
Y lo peor es que muchos de estos préstamos incluyen clausulas y condiciones secretas (tipos de interés más altos, vencimientos más cortos) por
decisión de China e incluye activos soberanos como garantía e incluso el pago con materias primas. Éste podría ser el caso, por ejemplo, de Angola, el país que con diferencia más préstamos ha recibido de China, y cuya devoución se estaría realizando en gran medida con barriles de petroleo algo que, como hemos mencionado, puede ser uno de los objetivos de la potencia asiática.
Durante mucho tiempo, los países africanos se han podido permitir esta deuda porque las economías crecían tanto que la deuda externa no suponía ningún peso en términos relativos, de hecho, para muchos piases de África, su situación aparentemente mejoró, pero con el impacto de la pandemia ese escenario dio un giro. Muchos gobiernos comenzaron a tener serios problemas para hacer frente a los pagos de la deuda
Aunque las moratorias concedidas por China están suavizando un poco las presiones a las que está sometida África, si preocupa la presencia China en África, lo que tendrán que hacer los lideres occidentales será buscar formulas para mejorar la inversión en este Continente o la integración de los paises africanos en la economía mundial. Y también los líderes africanos deberán asimir sus responsabilidades y reaccionar. De hecho, hay un grupo de activistas africanos que cuestionan el diluvio del crédito chino, unos 150 mil millones de dólares en 2018, según investigadores de la Universidad Johns Hopkins.
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