LOS PRESUPUESTOS DEL ESTADO
El Parlamento aprobó el pasado mes de diciembre los Presupuestos Generales del Estado que recogen la programación del conjunto de ingresos y gastos previstos para que los invierta el Estado en este año que tenemos por delante.
El Estado ingresa mucho dinero a través, principalmente, de la recaudación de impuestos y posteriormente los gasta en adquirir bienes, servicios, y conceder ayudas. Los impuestos son pagos obligatorios que tanto las familias como las empresas deben hacer. Los más importantes son el IRPF, que lo pagan las personas cuando ganan dinero y el IVA, que lo pagamos cada vez que consumimos.
Es decir, al igual que ocurre en nuestras propias familias, el Estado tiene unos ingresos y unos gastos. Además, este año, según los datos de la Agencia Tributaria, se está produciendo una paulatina recuperación económica de la crisis provocada por el Covid y se han superado por primera vez los niveles de recaudación de antes de la pandemia. En concreto, los ingresos tributarios entre enero y julio de 2021 llegaban, como vemos en la gráfica a 123.395 millones, un 3,1% más que en el mismo periodo de 2019.
En la gráfica anterior podemos ver cómo la recaudación del IRPF se ha incrementado en 2021 en un 7,9% hasta alcanzar los 58.900 millones, frente a los 54.600 en el mismo periodo de 2019
Junto a los impuestos, otra fuente de ingresos del Estado son las cotizaciones sociales.
Las pagan los trabajadores y las empresas para poder cubrir la seguridad social del Estado (pensiones, ayuda del paro, bajas por enfermedad etc). La previsión, tal y como podemos ver en el siguente gráfico es incrementar los ingresos por cotizaciones un 9% el próximo año, hasta alcanzar los 136.345 millones de euros.
Por otra parte, junto los ingresos estarían los gastos públicos, que son los que realiza el Estado en seguridad social, sanidad, educación, pago de funcionarios, construcción de infraestructuras etc. ¿Y en qué gastará España en 2022? Pues este tema suele ser motivo de conflicto, ya que los presupuestos tienen que ser aprobados por mayoría en el Congreso. Por un lado, hay que decidir cuánto y en qué se va a gastar, y es cada vez más complicado llegar a un acuerdo porque unos partidos políticos prefieren gastar más y otros menos. Tampoco hay acuerdo en sí gastar más en educación, en sanidad, en defensa, en protección social etc.
Los gastos previstos para el 2022, según un documento difundido por el Ministerio de Hacienda ascenderán a 458.970 millones de euros y se repartirán como se recoge en la siguiente gráfica, en laque vemos que ocupan una parte importantísima las pensiones.
Y precisamente la diferecia entre los ingresos y los gastos públicos es lo que se conoce como Saldo presupuestario.
Se pueden dar 3 situaciones:
1. Si los ingresos son superiores a los gastos tenemos un superávit público. Es decir, el Estado puede ahorrar dinero para gastar más en el futuro.
2. Si los gastos son superiores a los ingresos del Estado hablamos de déficit público.En este caso el Estado tendrá que pedir prestado y por tanto podrá gastar menos en el futuro.
3. Cuando los ingresos son iguales a los gastos entonces estamos ante un equilibrio presupuestario.
¿Cuál es la situación de nuestro país?
El déficit suele compararse con el PIB (el total del valor de la producción de un país). Así, en 2011 el déficit era del 9,28% del PIB lo que significó que tuvimos que pedir muchísimo dinero (más de 90.000 millones de euros) y que algún día habrá que devolver. Los siguientes años también hemos tenido pedir prestado, pero el déficit ha ido bajando hasta 2019. Sin embargo, con la crisis del COVID-19, el déficit ha vuelto a aumentar.
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