LA ECONOMÍA DE AFGANISTÁN Y TRAS LA LLEGADA DE LOS TALIBANES
Y es que a pesar del intento fallido de EE UU por reconstruir Afganistán, la alta tasa de desempleo y el lento crecimiento económico han dificultado a las familias urbanas y rurales alcanzar una vida digna económicamente.
La unidad monetaria de Aes el afgani, que se divide en 100 puls. Desde 1981 hasta 1996, la tasa oficial de cambio fue fijada en 51 afganis por 1 dólar estadounidense. Sin embargo , en Julio de 2021 la tasa de cambio era de 79,55 afganis por dólar.
El PIB per cápita que es un muy buen indicador del nivel de vida y en este caso, en el 2020, fue de 445 € euros, por lo que se encuentra en el puesto 188, es decir, que sus habitantes tienen un bajísimo nivel de vida en relación a los 196 países del ranking de PIB per cápita.
Otro buen indicador para medir el progreso de un país y para mostrar el nivel de vida de sus habitantes, es el Índice de Desarrollo Humano, y en el caso de Afganistán, muestra cómo sus habitantes se encuentran entre los que peor calidad de vida tienen en el mundo.
Cerca del 60% del ingreso promedio de los hogares en Afganistán dependen de la agricultura y del campo. Afganistán tiene unos recursos minerales variados como el Hierro, cobre, litio, cobalto, acero.., sin embargo la crisis política impide su explotación.
Además de los problemas que tienen los afganos acerca de la seguridad y la gran corrupción que existe, hay otro aspecto crítico persistente en Afganistán: la poca inversión extranjera que hay en el país. Ya que de acuerdo con las Naciones Unidas, ha informado que en los últimos años no se ha hecho ningún anuncio sobre nuevas inversiones, por parte de capitales extranjeros para iniciar nuevos negocios. Desde 2014 solo se han contado cuatro inversiones de este tipo.
Sin embargo, a todo esto, se le suma la entrada de los talibanes en Kabul que ha detonado el caos económico y social en la capital afgana. Actualmente Afganistán está bajo el control del grupo radical islamista de nuevo, tras 20 años después de haber sido derrocado del poder por una incursión militar por parte de Estados Unidos. Pero el regreso de éstos ha traído el pánico de los ciudadanos que, a toda velocidad, intentaron asegurar el resguardo de su vida y de los ahorros construidos en las últimas dos décadas.
Ya que la llegada de los islamistas irrumpió en un momento en el que un 72% de la población vivía bajo el umbral de la pobreza, con 6´8 millones de personas que corrían el riesgo de padecer inseguridad alimentaria.
Así, debido al temor a que el grupo radical volviese a imponer un estado autoritario, donde prácticamente se anulasen los derechos de las mujeres sobre todo en el campo laboral, esto ha provocado que cientos de ciudadanos evacúen la ciudad. Cuando ya la victoria de los talibanes era inminente, los afganos acudieron en masa a los cajeros automáticos para intentar retirar todo su dinero de los bancos y tratar de huir del país.
Las calles estuvieron desiertas, pero el caos se trasladó al aeropuerto internacional Hamid Karzai, tras el decreto de los talibanes del "fin de la guerra en Afganistán". La conquista relámpago de los radicales ha empujado a los afganos a buscar una escapatoria, aun sin contar con documentos de viaje o visados.
Las multitudes se agolparon en las ruedas de los aviones ante la restricción de todos los vuelos comerciales, unas hazañas desesperadas que dejaron al menos cinco fallecidos y varias decenas de heridos.
Por ello, la llegada de los talibanes a Afganistán ha provocado un grave empeoramiento de la crisis humanitaria y un considerable retroceso de los derechos humanos, dando lugar a la que es considerada la peor crisis humanitaria de la faz de la tierra.
Entre las normas que éstos están aplicando se encuentran la segregación por sexos, asesinatos a minorías étnicas y el aumento de la represión contra activistas y periodistas. El grupo más afectado sin duda, son las mujeres que les están privando de algunos de sus derechos fundamentales, ésto se puede ver en la eliminación del Ministerio de Asuntos de la Mujer por un ministerio para la propagación de la virtud y persecución del vicio. Por otro lado, también se encuentran los niños, que a muchos los están reclutando para luchar junto a los talibanes.
Por no hablar de las consecuencias en la economía en la que se han congelado los fondos de los que dependían muchos sectores de la economía afgana y que también han alimentado gravemente la corrupción de su clase política.
Actualmente el sistema financiero del país vive un colapso absoluto. Los talibanes anunciaron la prohibición de divisas extranjeras en las transacciones nacionales, para intentar remontar la moneda local, que tras la toma de poder de los talibanes se encuentra en su valor más bajo de los últimos veinte años. El cambio de un dólar a afganis ha pasado de 80 a 90 afganis.
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